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Nuestras diferencias


Dicen
los hombres que las mujeres son muy sentimentales. Y dicen las mujeres
que los hombres son muy fríos. Cuando presidía una junta de
investigación y trataba de explicar la necesidad de definir bien las
etapas de nuestro programa, una licenciada con gran experiencia, me
dejó helado al decirme: Claro, ustedes los hombres piensan que todo se resuelve pensando.

Si analizamos superficialmente a nuestros amigos y familiares,
descubriremos que la cosa no es tan sencilla: que hay hombres muy
sentimentalones y mujeres bastante frías. Pero todos sentimos que, hay
algo claramente femenino en las mujeres más rígidas y algo recio en los
hombres más emotivos. Y así es, porque, en las mujeres se dan los
procesos sentimentales más lentamente que en los hombres. Por eso, la
mamá se pone histérica si van a expulsar a la hija de la escuela,
mientras que el papá pide calma y se sienta, con la cabeza entre las
manos, para buscarle una solución. Y mientras la primera le reprocha
que no está haciendo nada, el segundo le pide que se ponga a pensar.

¿Quién tiene la razón? Los dos. La mujer tiene procesos
sentimentales lentos. Y el varón rápidos. Por eso, a la mujer le dura
mucho tiempo un estado de ánimo. Y, al varón, se le pasa más rápido. No
son más sentimentales las mujeres que los hombres. Pero tienen una
curva de emotividad más larga. Por eso, señora, comprenda que a su
esposo se le pasen más rápido sus estados emotivos. Y, mi querido
amigo, comprenda que su mujer se mantenga muy alterada, aunque hayan
pasado varias horas que se hayan resuelto las cosas. Y, como no somos
maquinitas, comprendámonos como humanos.