Se ha celebrado en Madrid la anual Asamblea de Teólogos-as, Juan XXIII. A juzgar por los resúmenes de prensa publicados en algunos medios, flaco servicio es el que han prestado a la comunidad eclesial, a pesar de sus declaraciones- ( “Somos Iglesia”)- de adhesión a la misma. Ya es un hecho por demás significativo, que ningún obispo, desde hace años, se haga presente en sus reuniones.
Dan la impresión de ser un grupo contestatario, que quiere con sus acerbas críticas, suplantar el Magisterio oficial de la Iglesia católica. No ahorran descalificaciones irrespetuosas, como mostró, su presidente señor M.Magdalena, a la Jerarquía y al Magisterio de la Iglesia.
En sus exposiciones sobre temas fronterizos, hábilmente eluden sus referentes a la Sgda. Escritura, a los documentos de la Santa Sede y a la Tradición. Sin decirlo explícitamente, se erigen en Magisterio paralelo, al único reconocido por todos los católicos, que no es otro sino el del Papa, los obispos y el que dimana de los dogmas de fe de los Concilios ecuménicos.
Sería de agradecer una toma de postura clara y contundente por parte de la Jerarquía, sobre este grupo minoritario de sedicentes “teólogos”, que siembran el confusionismo entre los católicos de a pie