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Lo que no aparece en las encuestas

Es conocido de sobra el método usado para distraer al personal en asuntos que atañen a la generalidad de los ciudadanos. Lo más socorrido es  hacer encuestas en directo al desprevenido ciudadano, en la calle, pidiéndole su opinión sobre temas complejos y dando luego, como dato válido y fiable, lo que, desde un principio, carecía  de todo rigor científico. Es la moda y casi siempre una manipulación de la opinión pública..

No podía faltar la correspondiente encuesta sobre el tema de la homosexualidad. Sus resultados no pueden aceptarse como criterio válido en estos complejos y controvertidos temas.

Ahora bien, es curioso constatar que en ninguna encuesta sobre homosexuales se aborde el aspecto moral del ejercicio  de la homosexualidad. Quizás se piense que no interesa, que esto pertenece a la intimidad personal, que aquí vale todo, o que no tiene importancia etcétera.

Es aquí, precisamente, donde la voz de la Iglesia debe resonar-¡es su misión¡-  con mayor claridad y persistencia. Los actos homosexuales son desordenados, son inmorales, contrarios a la Ley de Dios y reprobados por la autoridad de la revelación divina en la Biblia.

Mientras no se cambie la Biblia, se suprima la autoridad vicaria de la Iglesia, la tradición cristiana de 20 siglos, y el Magisterio unánime de los Papas, habrá que seguir llamando a las cosas por su nombre: pecado, inmoralidad grave, ofensa a Dios, actos antinaturales contra el 6º mandamiento etcétera. Todo católico, coherente con su fe, debe saber a qué atenerse.