En su
breve intervención en la 127º Convención Anual de los Caballeros de Colón, el
Cardenal Marc Ouellet, arzobispo de Quebec y primado de Canadá (NG 694,
724,
980),
afirmó que “en este último año, en todos los niveles de liderazgo en la
Iglesia, la unidad y la solidaridad con Pedro no ha sido un gran logro".
En la
inauguración de la Convención, que se realizó en Phoenix (Arizona, USA), del 4
al 7 de agosto, ante ocho cardenales, noventa obispos y mil Caballeros de Colón
y sus familias, Ouellet afirmó que Benedicto XVI tuvo que sufrir un "duro
invierno" ya que fue "duramente criticado tanto dentro como fuera de la
Iglesia y no fue adecuadamente defendido por aquellos que comparten su
ministerio".
Las dos
polémicas principales que, según el cardenal canadiense, levantaron una ola de
críticas contra el Papa por parte de los medios de comunicación progresistas e
incluso de algunos miembros de la jerarquía de la Iglesia, han sido el
levantamiento de la excomunión a los obispos de la Fraternidad Sacerdotal San
Pío X (lefebvristas), y sus declaraciones del 17 de marzo pasado, durante
el viaje pastoral a África, sobre que la distribución de preservativos agrava el
problema del SIDA.
Si bien
éstas fueron las polémicas más llamativas, Benedicto XVI fue criticado también
por “otras razones”, dijo el cardenal Ouellet.
El
primado de Canadá lamentó que el esfuerzo por atraer a la plena comunión con la
Iglesia al grupo cismático de los lefebvristas haya recibido tantas críticas
internas.
Respecto
a los comentarios del Papa sobre el preservativo, el cardenal recordó que
Benedicto XVI fue criticado por líderes políticos de todo el mundo, algunos
católicos, e incluso recibió críticas de obispos en Portugal, Alemania y Canadá
y que dos cardenales, uno retirado y otro en funciones, estuvieron entre
aquellos que no apoyaron al Papa.
“Aunque
otros cardenales y obispos defendieron al Santo Padre, dicha defensa estuvo
lejos de darse a nivel mundial”, recalcó el Cardenal Marc Ouellet.
En un
conmovedor llamamiento a la unidad con el Papa y reafirmando la autoridad de su
enseñanza, el Cardenal Ouellet, continuó diciendo que "es tiempo de tomar
medidas y estar con nuestro Santo Padre, que cumple todas sus funciones de
manera admirablemente pacífica. Nos sentimos especialmente bendecidos por la
calidad de su enseñanza".
"Pidamos
al Espíritu Santo que nos ayude a dar un testimonio mayor de nuestra lealtad
amorosa a la Iglesia y a su Principal Pastor, el sucesor de Pedro", concluyó
Ouellet, "la unidad de la Iglesia es la clave para que ésta pueda llevar a
cabo su misión. Cuando hay falta de unidad dentro de la Iglesia rápidamente
disminuyen las vocaciones, se relaja el fervor religioso y se desintegra la vida
familiar. (…) Vamos a estar junto al sucesor de Pedro, nuestro
Papa, en esta época en que es difícil asumir con valentía nuestro deber
cristiano de construir la unidad y la solidaridad de todo el mundo."