Algunos padres de familia lamentan que sus hijos pasen tanto tiempo frente a la computadora en el famoso chat; frente a un televisor viendo la serie Friends
o alguna telenovela; o jugando con el Nintendo o algún otro videojuego.
Les gustaría que pasaran más tiempo haciendo deportes, jugando en el
jardín, desarrollando alguna afición y, ¿será ya mucho pedir?: leyendo.
Lo que no comprendemos es que a los niños hay que inculcarles los
hábitos; es difícil que de ellos nazca el deseo por leer. Si los padres
gustan de la lectura, será más fácil para ellos idear la manera de
hacerlo.
Lamentablemente, hoy en día las personas leen muy poco; la mayoría
no puede estar sin ruido de algún tipo, ya sea radio o televisión. Y en
los pocos momentos de silencio externo, nuestra mente continúa en un
constante ruido.
Para aquellos que se preocupan por el futuro de unos niños que
pasan la mayor parte del tiempo solos frente a algún aparato que
influye y programa su pensar y su actuar, como sugerencias, incluimos
las siguientes:
1. Leer todos los días algo a sus hijos, en voz alta.
2. Dar la opción a los niños de seleccionar lo que quieren leer, aunque ya lo hayan hecho muchas veces.
3. Hablar sobre el libro con los niños, antes, durante y después de haberlo leído.
4. Platicar en familia sobre lo que uno mismo lee para transmitir el deseo por conocer y aprender más sobre algo.
5. Tener siempre a la mano diferente material de lectura que pueda interesarles.
6. Visitar a menudo bibliotecas y librerías para fomentar el hábito.
7. Mantener en algún lugar especial de la casa una biblioteca para
que los niños vean que la lectura ocupa un lugar importante en el
hogar.
8. Nunca obligar a los niños a leer algo que no quieren; dejar que ellos escojan.
9. Hacer preguntas sobre lo leído, para fomentar el sentido crítico y analítico.
10. Enseñar con el ejemplo: quien ve a sus padres disfrutar de la lectura, tiende a interesarse por ella.
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