Cualquier observador imparcial de la realidad religiosa española podrá refrendar plenamente el juicio y palabras de monseñor Cañizares en su homilía de Guadalupe.
En muchísimos aspectos España- o lo que queda de ella, tras el despiece nacionalista- “ha vuelto la espalda al Dios vivo y verdadero”.
Corre tras los falsos dioses del dinero, del poder, del sexo, de la ambición, de la política, del agnosticismo y del materialismo.
Ha caído, en frase rotunda del Papa, en el RELATIVISMO moral, donde no hay VERDAD absoluta, donde TODO VALE y donde cada uno se cree y confiesa RELIGIOSO O CREYENTE A SU MANERA.
España, hoy por hoy, NO ES CATÓLICA. Es país de misión, donde los valores religiosos y cristianos han quedado en el baúl de los recuerdos del pasado, al menos para una gran mayoría de bautizados.
La realidad puede ser dura, pero no es posible negarla. Buen reto para todos los cristianos responsables y coherentes con el maravilloso regalo de la fe que de Dios hemos recibido.