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El Bautismo

El Bautismo


En el Antiguo Testamento el rito de
iniciación era la circuncisión.

Más adelante entre los Esenios y en la
secta del Qumran fue introducido el rito del bautismo pero con un
sentido meramente exterior, o sea idea de purificación. En este
sentido lo usó Juan el Bautista y fue Jesús quien lo convirtió
en sacramento.

En la historia de la Iglesia encontramos el
uso del rito del bautismo desde el principio. Inicialmente se
confería sólo a los adultos y se realizaba por inmersión
(entrar y salir del agua o sea morir y resucitar a una nueva
vida).

Desde el siglo V D.C. se empezó a
administrarlo también a los niños.


INSTITUCION:

Anunciado por los profetas Ez. 36,25-28,
"Derramaré sobre ustedes agua purificadora y quedarán
purificados. Los purificaré de toda mancha y de todos sus
ídolos. Les daré un corazón nuevo, y pondré dentro de ustedes
un espíritu nuevo. Les quitaré del cuerpo el corazón de piedra
y les pondré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en
ustedes para que vivan según mis mandamientos y respeten mis
órdenes. Habitarán en la tierra que yo di a sus padres. Ustedes
serán para mí un pueblo y a mí me tendrán por su Dios."

EL BAUTISMO FUE INSTITUIDO POR CRISTO.

Jn. 3,3-5: "Jesús le contestó: En
verdad te digo, nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de
nuevo, de arriba. Nicodemo le dijo: ¿Cómo renacerá el hombre
ya viejo? ¿Quién volverá al seno de su madre para nacer de
nuevo? Jesús le contestó: En verdad te digo: El que no renace
del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de
Dios."

Jn. 3.22-26: "Ustedes, samaritanos,
adoran lo que no conocen, mientras que nosotros, los judíos,
conocemos lo que adoramos, porque la salvación viene de los
judíos. Pero llega la hora, y ya estamos en ella, en que los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en
verdad. Son esos adoradores a los que busca el Padre. Dios es
espíritu; por tanto, los que lo adoran, deben adorarlo, en
espíritu y en verdad. La mujer contestó: Yo se que el Cristo
está por venir. Él, al llegar, nos enseñará todo. Jesús le
dijo: Ese soy yo, el que habla contigo."

Mt. 28, 19-20: "Por eso, vayan y hagan
que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos, en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles
a cumplir todo lo que yo les he encomendado. Yo estoy con ustedes
hasta que se termine este mundo".


MATERIA:

agua verdadera y bendecida. (fuera del caso
de necesidad)


FORMA:

las palabras: YO TE BAUTIZO, EN EL NOMBRE
DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO.


SUJETO:

la persona, niño o adulto.


MINISTRO:

El ordinario es el Obispo, el sacerdote y
el diácono.

El Obispo puede delegar a un seglar, y en
caso de necesidad cualquiera puede hacerlo, con tal de que tenga
la debida intención y pronuncie las palabras de la forma
correctamente.