Hasta ayer mismo que leí una entrevista en la que el periodista Miguel Pato le hizo al conocido artista Pedro Ruiz , para Periodista digital, con ocasión del espectáculo que iba a estrenar en el teatro Coliseo de Madrid, tenía en buena consideración al polifacético showman, como inteligente, ingenioso y original. Pues bien, se me han caído los palos del sombrajo al leer lo que tal señor dice sobre el tema de Dios.
“El ser humano es muy fatuo. Somos tan fatuos que nos hemos inventado a Dios para creer que alguien superior nos ha inventado. Dios es el mayor invento de la vanidad humana. Nos miramos el ombligo, creemos que el universo acaba en el planeta Tierra”…
Hace ya bastante tiempo que unos señores llamados filósofos existencialistas se sacaron de la manga y su teoría ha quedado hoy totalmente obsoleta- que la existencia de Dios es producto de la mente humana y que ha sido ésta la que ha creado a Dios y no al revés.
Precisamente, porque millones de creyentes no nos miramos el ombligo, sino que miramos boquiabiertos la maravilla del macrocosmos y el microcosmos, sin ser fatuos ni vanidosos, sabemos elevar nuestra vista a lo más alto de los cielos y alabar, bendecir y glorificar al AUTOR de cuanto existe, que nos impulsa a no creernos superiores a nadie y mirar con compasión al que emplea su inteligencia en despreciar a los demás.