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Desvíos de la Navidad

Lo esencial del misterio cristiano de la Navidad lo expresa sucintamente la Iglesia en su profesión de fe, el Credo, cuando proclama: “Creo en Jesucristo.., que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo , y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen, y se hizo hombre” y también el pueblo cristiano cuando reza: “La Palabra de Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros”.

Esta es la fe que millones de cristianos nos gloriamos de profesar desde hace más de 20 siglos y que proclamamos cada año por estas fechas.

Es evidente que el sentido auténtico y primigenio de esta celebración con el paso de los años se ha ido contaminando y adulterando, para dar paso a otras celebraciones que muy poco o nada tienen que ver con el sentido auténtico de la Navidad o Natividad.

Sin ánimo de ser exhaustivo, enumero- sin explicarlas - otras formas espurias o falsas de celebración, todas las cuales acaban lo m-ismo.

He aquí algunas: Navidad sin Dios= ateismo. Navidad sin trascendencia= humanismo. Navidad sin freno=consumismo. Navidad sin el prójimo= egoísmo. Navidad sin obras buenas=sentimentalismo. Navidad sin amor=ternurismo. Navidad sin alegría=pasotismo Navidad sin esperanza= nihilismo.

Brindo por una Navidad plena de fe, esperanza y amor = cristianismo