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Conocimiento de Dios

Me dan pie para la reflexión en voz alta, algunos textos sacados de la Biblia, que a veces pasan desapercibidos y encierran en sí mismos una profundidad y consuelo inmensos para la vida de los creyentes.

No es lo mismo oír en un sermón, plática u homilía al ministro de turno, que dice cosas tan resabidas o parecidas a éstas, como que “Dios no tiene límites en su conocimiento y en su divina sabiduría, ya que todo lo tiene presente y que nada de lo que sucede, escapa a su amorosa providencia”, que leer en los textos sagrados, literal y directamente, cosas tan hermosas y consoladoras como las siguientes: “Señor, tú me escudriñas y me conoces. Tú conoces cuando me siento y me levanto. Tú penetras de lejos mis pensamientos. Tú sabes si camino o si descanso. Todos mis pasos te son familiares. Aún no está en mi lengua la palabra, y Tú, Señor, la conoces entera. Me envuelves por delante y por detrás y me cubres con tu mano. Tu conocimiento es un misterio para mí. Tan alto que no puedo comprenderlo”.Sal 139, 1-6. En otro salmo se lee que “Dios conoce a cada estrella y a cada una la llama por su nombre”. Jesús dijo en el Evangelio:”Yo soy el buen pastor. Como el Padre me conoce y yo le conozco, del mismo modo conozco yo a mis ovejas y ellas me conocen a mí y yo doy mi vida por ellas”.Jo 10.14-15.”Me da pena de esta gente, porque andan como ovejas sin pastor.”

Con razón se ha dicho que alimenta más un solo renglón de la Palabra de Dios , que decenas de libros humanos. Amigo mío, haz la prueba. “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”