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Con ruedas de molino

Tanto el gobierno socialista, como el colectivo gay, quieren hacernos comulgar a los pobres e ignaros ciudadanos españoles con ruedas de molino.

Por mucha propaganda, festejos, alharacas, decretos y medios de que dispongan, es algo que la sana sociedad española jamás admitirá: Aceptar como matrimonio, la unión de dos personas del mismo sexo.

La realidad de las cosas es muy tozuda. No cambiará, por mucho que sea el esfuerzo de algunos políticos, jaleados por los colectivos gays. El sentido común, las culturas de todos los tiempos y de todos los lugares, desde que el mundo es mundo, seguirán llamando matrimonio la unión estable de un varón y una hembra en orden a la propagación de la vida.

Se podrá aceptar y proclamar con verdad que es matrimonio la unión de dos hombres o de dos mujeres, cuando las ranas críen pelos. Esperen sentados que eso está al caer.