Para ser padres no se estudia. Es muy común escuchar estas palabras entre muchos padres de familia. Una de las cuestiones que les preocupa es: ¿Cómo se debe ejercer la autoridad cuando los hijos son adolescentes?
Cuando los hijos son niños, parece que los padres no tienen
problemas, pues el niño obedece y si no lo hace utilizamos diversos
medios para que lo haga -muchos de éstos conocidos por todos
nosostros-, pero cuando se llega a la adolescencia las cosas cambian.
Un día Claudia y sus amigas planearon ir de fin de semana a la casa
de campo de Maru, que está en Tepatitlan. Los papás se conocían y por
tanto no tenían ningún inconveniente en que fueran, sin embargo, a
Claudia se le olvidó avisar.
El mismo viernes, ella los buscó para avisarles y resultó que su
papá estaba ocupado en el estudio con otra persona. Interrumpió
diciendo: Papá, te aviso que me voy con mis amigas a Tepa y estaremos en la casa de Maru.
El papá pareció no darse cuenta, pero al poco rato sorpresivamente llegó y en tono muy amigable dijo:
- Claudia, ¿me permites un minuto?
- Sí, papá, - contestó Claudia.
- No vas.
Inmediatamente el señor se retiró. Todas ellas se quedaron
pensativas y no daban crédito a lo que acababan de escuchar, se miraban
unas a otras y todas tenían cara de sorpresa. Claudia simplemente dejó
sus cosas y les dijo a sus amigas que no iría.
Cuando las demás muchachas se retiraron, el padre de Claudia la llamó y le dijo: Claudia,
tú sabías que podías ir, ¿pero acaso ése era el modo correcto de
avisarme?.... La atención que tengas para con tus padres es la misma
que nosotros tendremos para contigo.
El pedir permiso para un adolescente significa avisar. Avisar es un
modo correcto a esta edad, pero las circunstancias son muy importantes.
La firmeza en la decisión tomada (ejercer la autoridad) es uno de
los mejores aliados para la educación de los hijos. Para ejercer la
autoridad con un adolescente no se necesita gritos, ni amenazas, basta
una afirmación firme y con cariño (en este caso) para dar una orden y
el hijo comprenda que debe cumplir.
No tengan miedo de dar una orden, sobre todo cuando está de por
medio el bien del hijo; la comunicación es el medio para que entre
padres e hijos adolescentes se puedan entender, pero hay ocasiones como
ésta, en las que el hijo no se prestó al diálogo y por tanto para
continuar con su formación debemos hacer que tenga un alto y reflexione
sobre lo que está haciendo.
Ciertamente no es la única manera de ejercer la autoridad, pero en
la vida hay circunstancias que nos llevan a tomar decisiones rápidas
que muchas veces no les gustan a los hijos, pero son a través de ellas
como los vamos educando.