Quizá
muchos de nosotros cuando somos padres por primera vez nos hemos
preguntado cómo vamos a educar a nuestros hijos durante todo su proceso
de aprendizaje, el cual que inicia desde que está en el vientre de la
madre, y requiere que le mostremos lo mucho que lo queremos.
Muchas veces recurrimos a los consejos de nuestros padres o
familiares, otras a comentarios de nuestros amigos, libros o
conferencias de expertos sobre el tema.
Generalmente nada de lo que está escrito es universal para todos
los niños, siempre será necesario acoplar la información al carácter
del propio hijo, porque cada persona es diferente.
A continuación proponemos algunos consejos prácticos de cómo entrenar a sus hijos para ir al baño:
No existe una edad precisa sobre cuándo empezar a entrenar a los
niños a dejar el pañal, la edad promedio es entre los 2 y 3 años, sin
embargo, podemos encontrar niños que están listos para dejar el pañal
hasta después de los 3 años y eso puede ser normal si su Pediatra no
encuentra ninguna anormalidad durante las visitas de niño sano.
Algunas de las señales que nos pueden indicar su madurez es cuando
se levanta después de sus siestas o por la noche permaneciendo más de 2
horas con el pañal seco. Si a estas señales le agregan la curiosidad
del niño y las preguntas que hace acerca de este tema, es quizá cuando
se puede empezar a entrenarle para dejar el pañal.
La paciencia y el tiempo que se le dedique es muy importante, nadie
nace sabiendo hacer las cosas. Mucho de lo que los niños aprenden es
por imitación, así que puede además aprender por imitación, viendo que
otros van al baño e invitándole a hacer lo mismo, para esto ayuda a
veces el contarle un cuento.
Muchos expertos recomiendan los baños entrenadores de acuerdo para su edad, o acondicionarlos para la comodidad de ellos.
Ayuda también ponerle calzoncitos 2 tallas más grandes con la
finalidad de que ellos puedan quitárselos y ponérselos fácilmente, que
use zapatos de hule o fáciles de lavar y manténlo en lugares de la casa
en las que el inmobiliario no se maltrate.
Conviene llevar una bitácora en la cual se registre la hora en la
que orina o evacua (o las palabras que acostumbren en la familia) y si
avisó o no. Siempre que avise es importante motivarlo a que lo siga
haciendo ya sea con fiestas, aplausos, sellos, calcomanías o dándoles
un premio pequeño, que en el caso de ser dulces se sugiere lo consulte
con su Pediatra, que le dirá cuáles son los más adecuados para su hijo.
Es importante que cuando no avisar llegue a avisar, no se lo reproche ni se le ridiculice, recuerde que requiere apoyo.
Cada vez que vaya al baño dígale al niño si esta orinando o evacuando (haciendo "pipí o popo"), para que él los identifique.
En ocasiones la bitácora puede ayudarles a ver el patrón del niño y
de esa manera en un momento dado, predecir cuándo va a orinar o a
evacuar, e invitarlo a ir al baño minutos previos pidiéndole estar unos
minutos sentado en el baño entrenador. En el caso de las niñas la
limpieza es importante realizarla de adelante hacia atrás para evitar
infecciones.
Después de ir al baño acostúmbrelo a lavarse las manos y un buen ejemplo es que uno lo haga primero.
Otras recomendaciones pueden ser:
Empezar el entrenamiento a principio de verano.
Si la familia va a tener cambios, ya sea de domicilio, la llegada
de otro bebé es conveniente posponer unos meses más el entrenamiento,
ya que como lo menciono al principio hay que dedicar tiempo para ello.
En las noches es adecuado el uso de pañales ya que este aprendizaje se logra varios meses después del control matutino.
El pediatra puede ayudar a decidir cuál es el mejor momento de
iniciar el entrenamiento o puede orientar, al detectar problemas
durante el mismo, una supervisión constante es conveniente.
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