Fuente: Mujer Nueva
Las buenas noticias han desaparecido de la prensa. ... No es que
hayan desaparecido, lo que sucede es que ya nadie las lee, a nadie
llaman la atención, ya no son noticia. A nuestra sociedad le
encanta emborracharse de morbo, de lo sucio y lo escandaloso; para que
algo llame realmente la atención, tiene que estar chorreado de sangre o
de depravación.
Para darse cuenta de lo que nos está ocurriendo, sugiero que haga
usted el siguiente experimento: tome a su mascota y retírele su plato
de comida por dos días. Una vez que se encuentre realmente hambriento,
entonces ponga en su plato de comida carne podrida, lodo y diez hojas
de periódico partidas en pedacitos. Continúe alimentando a su mascota
de esta manera durante una semana... Después de ese tiempo, observe
bien a su mascota, si es que todavía vive, y se dará cuenta que la
alimentación a base de basura le ha causado infecciones irreversibles,
una gran contaminación dentro y fuera, y no queda más que esperar a que
le llegue la muerte.
Yo creo que lo mismo sucede a nuestro interior y a nuestras ideas
si todos los días las alimentamos con basura. Habrá a quien le guste la
basura con miel, a quién con chocolate, a quién con salsa de chile o
acompañada de un buen queso... pero todos la comemos diariamente en la
prensa y en la televisión. No somos capaces de ver lo positivo porque
no nos parece sustancioso. Entonces buscamos el punto negro, aunque
para encontrarlo haya que mentir o negar de manera ridícula cosas
evidentes.
En el último vídeo de Madonna transmitido por MTV, aparece una
serie de acciones violentas. En una de ellas, Madonna sube al auto
bruscamente a su abuela muy anciana, le abrocha el cinturón de
seguridad y, acto seguido, acelera para chocar deliberadamente contra
otro coche... en el que tres varones, en lugar de molestarse por el
choque, hacen gestos insinuadores a Madonna... ¡Y estos son los
vídeoclips que nos deleitan! Hemos estado comiendo basura por mucho
tiempo y ya estamos contaminados.
Otro ejemplo de nuestra contaminación es publicar en primera plana
la noticia de la denuncia de violaciones a religiosas en África.
Algunos periódicos dicen que la religiosa que levanta la denuncia es
Sor Marie McDonald, otros diarios dicen que se trata de Maria
O’Donohue, y otros de Maura O’Donohue, pero a nadie se le escapa decir,
recalcar y pregonar machaconamente que al menos 50 monjas han sido
víctimas de violaciones por parte de sacerdotes. Por la redacción
sensacionalista de este tipo de noticias, cualquier lector se puede
imaginar a hordas y hordas de sacerdotes violadores y a todos los
conventos de monjas repletos de víctimas. Cuando en realidad, estas
casi 50 víctimas representan el 0.005 por ciento de todas las
religiosas que, sin que nadie les pague ni las felicite, viven en
castidad porque así lo eligieron. Pero eso no es noticia, como tampoco
fue noticia la beatificación, el pasado 11 de marzo, de los 233
mártires españoles que dieron su vida por Cristo hace 60 años. Si uno
de esos personajes hubiera apostatado de manera escandalosa, su
historia habría suscitado ríos y ríos de tinta en las primeras páginas
de todos los periódicos, pero su real heroísmo no es noticia.
Si usted ya se ha dado cuenta de toda la basura que ha comido, le
recomiendo que vaya a un buen médico, y sobre todo, aprenda a leer con
criterio y sentido positivo lo que cae en sus manos. En realidad no
todo es basura, pero hay que estar sano para descubrirlo.
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